La mayoría de las personas no siguen una dieta tan equilibrada y variada como para garantizar la inexistencia de alguna carencia nutricional. La carencia de cualquier nutriente impide el funcionamiento óptimo de nuestro cuerpo y favorece el deterioro progresivo de nuestro cerebro El proceso de neurodegeneración comienza lentamente y se acelera con el paso de los años; es producto no solo de una nutrición inadecuada sino también de la exposición a agentes tóxicos (alcohol, cigarrillo, etc) a lo largo de la vida y del sedentarismo. Consiste en el deterioro progresivo de las neuronas y de sus puntos de contacto (sinapsis) que son los que permiten la comunicación interneuronal, imprescindible no solo para aprender, sino también para almacenar recuerdos y traducir los pensamientos en acciones. El proceso de neurodegeneración culmina con la muerte neuronal por lo que sin una intervención oportuna que incluya una dieta balanceada, actividad física y suplementos dietéticos, sus síntomas no tardarán en aparecer.
Dra. Iraima Acuña. Especialista en Nutrición.
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