sábado, 4 de diciembre de 2010

Vitaminas del complejo B y enfermedad de Alzheimer:



Si bien se había sugerido que las vitaminas del complejo B podrían ayudar a prevenir la enfermedad de Alzheimer, producto del hallazgo de niveles elevados de homocisteína en pacientes con enfermedad de Alzheimer y a la observación de niveles elevados de homocisteína en adultos mayores sanos asociado a bajo rendimiento en pruebas cognitivas, estudios realizados en adultos mayores sanos con niveles elevados de homocisteína a los cuales se les suplementó con 1000 microgramos diarios de ácido fólico, 500 microgramos de vitamina B12 y 10 miligramos de vitamina B6 durante dos años si bien lograron evidenciar un descenso en los niveles de homocisteína, no mostraron ninguna mejoría sobre la función cognitiva de las personas suplementadas aunque hacen falta otros estudios con un tiempo de suplementación más prolongado.


Dra. Iraima Acuña. Especialista en Nutrición.

Suplementos para el cerebro: vitaminas del complejo B:



Las vitaminas del complejo B son importantes para el buen funcionamiento del sistema nervioso, ya que intervienen en procesos fundamentales como la formación de mielina, de neurotransmisores y en la regulación de las vías generadoras de energía. La deficiencia de ácido fólico en el feto en desarrollo puede producir malformaciones congénitas del tubo neural (espina bífida); el consumo diario de 400 microgramos de ácido fólico en mujeres en edad fértil permite prevenir entre un 50 y 70% de los casos de espina bífida y anencefalia. El ácido fólico interviene además en la producción y mantenimiento de nuevas células, previniendo el deterioro cognitivo y la demencia.


Las vitaminas del complejo B, a pesar de que se encuentran presentes en casi todos los alimentos, requieren de un consumo diario, ya que debido a su carácter soluble en agua, se absorben rápidamente pero de igual forma se pierden por excreción urinaria. Por otra parte, no siempre consumimos en nuestra dieta cantidades aceptables o suficientes de este grupo de vitaminas, perdiéndose además por efecto de la cocción de los alimentos; las personas de edad avanzada y las que padecen enfermedades crónicas presentan un mayor riesgo de deficiencias de este grupo de vitaminas, añadiéndose en ellas otros factores de riesgo para su deficiencia como son una ingesta calórica por debajo de las necesidades y dificultad para la absorción de los nutrientes, siendo recomendable por tanto en estos casos la suplementación. También es aconsejable la suplementación en personas interesadas en conservar, reestablecer o mejorar sus funciones mentales y la memoria.


Dosis recomendada: 20 mg/día de Tiamina (B1), Riboflavina (B2), Niacina (B3), ácido pantoténico (B5) y colina (B7); cobalamina (B12): 100 microgramos/día y ácido fólico: 800 microgramos/día.


Dra. Iraima Acuña. Especialista en Nutrición.